Actualmente, la capacitación es considerada una piedra angular para la efectiva implementación y el fortalecimiento de los programas y sistemas de inocuidad de las empresas en la industria alimenticia.
Debido a que ya no hay un protocolo que la excluya como elemento de cumplimiento, la capacitación se ha convertido en una práctica esencial para los programas de inocuidad en toda la cadena de suministro de los alimentos. Inclusive la nueva Ley de Modernización en Inocuidad Alimentaria de los EE.UU., FSMA por sus siglas en inglés, la estipula como un requisito obligatorio.
No hay fórmula mágica para definir los recursos destinados a la capacitación del personal. La clave está en realizar una auto-evaluación para lograr una efectiva detección de las necesidades específicas de acuerdo a los objetivos estratégicos de la empresa y las actividades de la misma.
El bajo compromiso de los empleados hacia la inocuidad se puede arreglar con un buen programa de capacitación. Una de las principales claves para asegurar una capacitación efectiva es considerar un programa que no se limite a transmitir el conocimiento de cómo se debe o no hacer la actividad, sino que también incluya un proceso de sensibilización que enganche al asistente emocionalmente y cautive su atención facilitando el aprendizaje, el desarrollo de competencias y la retención de conocimientos.
De esta manera, la capacitación evoluciona dentro de la empresa y deja de ser tan solo un medio de instrucción, convirtiéndose en la plataforma para generar una nueva cultura.
Para contar con un buen programa de capacitación debes de elegir con cautela al mejor proveedor, para ello deberás evaluar que el proveedor de capacitación cuente con la credibilidad y reconocimiento en la industria; exista una metodología de enseñanza pedagógica para un efecto constructivo en el asistente; el instructor cuente con competencias y experiencia que respalde el dominio sobre el tema; los contenidos cubren las necesidades que fortalecerán al equipo; y que los costos del curso, lo que incluye, el valor agregado que aporta y cualquier costo extra para la empresa, como son los viáticos, estén dentro de presupuesto.
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